Yuyanapaq, testimonio visual de la guerra

Publicado en por vivienblog

Yuyanapaq, testimonio visual de la guerra

El libro presenta las fotografías de los ataques terroristas de Sendero Luminoso

Yuyanapaq (para recordar en quechua) es el título de una recopilación de fotografías que retratan los 20 años de violencia que vivió Perú. Muertes, destrucción y, también, la mirada perdida de las víctimas hacen parte de éste. Aunque su orientación es más simbólica, la brutalidad de la guerra queda indeleble en la retina de quien lo observe.

 

La coordinadora editorial de Yuyanapaq habla sobre la importancia de no dejar en el olvido a quienes son los principales protagonistas: las víctimas.

 

¿Cómo surgió Yuyanapaq?

Iris Jave: Se trata del informe visual que, junto al escrito, entregó la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) -de la cual fui parte- en el año 2003. La intención es proponer una reflexión que ayude a las futuras generaciones a entender mejor el conflicto armado que vivió Perú, perpetrado por la guerrilla Sendero Luminoso. Recopila los archivos periodísticos de los 20 años de guerra. El trabajo no quedó sólo en un libro, hay una exposición permanente en el Museo de la Nación de Perú.

 

Lo más importante del libro es que se eligieron imágenes que no erosionan la mirada del lector, se trata de fotos más simbólicas. El ejemplo más representativo es la foto tipo carnet del desaparecido (tan típica de las dictaduras del Cono Sur) que, en este libro, aparece en medio de las manos de una mujer campesina. Es la idea de la víctima que perdió a un familiar.

 

Tanto en el libro como en el informe de la CVR el foco estuvo en las víctimas. El conflicto del Perú tiene cifras alarmantes. El 75% de éstas son indígenas que, tradicionalmente, han sido invisibilizados en este país.

«El conflicto del Perú tiene cifras alarmantes. El 75% de las víctimas son indígenas»

¿Qué fue lo más difícil que atravesó el Perú en ese camino a la paz que se logró en los años noventa?

Lo más difícil, junto con el propio drama de las muertes, es y ha sido la indiferencia. Hay un sector de la sociedad que es burguesa citadina y, por ende, vive ajena a lo que sucede en los Andes o en la Amazonía. Aún nos enfrentamos a un Estado que no hace mucho caso a los sectores oprimidos. El reto de la CVR fue tratar de tocar y concienciar a toda la sociedad peruana. Aún es un reto porque acabó la guerra pero las víctimas siguen con su dolor.  

 

¿Hasta qué punto se acabó Sendero Luminoso? Hay informaciones periodísticas que hablan sobre grupos armados que combaten en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) que se autodenominan Sendero Luminoso y que aún atacan en zonas donde prevalece el narcotráfico...

Lo que se conoció como el Partido Comunista Sendero Luminoso y que produjo esta cantidad de muertes y enfrentamientos fue concluido. Por eso, el periodo de la CVR estuvo comprendido entre 1980 hasta 2000. Lo que tenemos hoy en el VRAEM, que es una zona de difícil acceso, es otro tipo de Sendero Luminoso. De hecho sus líderes consideran que Abimael Guzmán (líder de Sendero Luminoso) es más bien un traidor que abdicó a sus ideales comunistas y que vive cómodamente en la prisión.

 

Este otro Sendero Luminoso es un grupo militar que se ha convertido en fuerza armada del narcotráfico y tiene una ideología más radical que la promovida por Guzmán. Ya nos son comunistas, proponen someter a las instituciones y autoridades a una especie de gobierno paralelo. No se le puede vencer porque no hay enfrentamiento de las instituciones armadas que suelen ser permisivas (compradas) por el narcotráfico.

«El perdón es un derecho que tienen las víctimas no los victimarios»

Entonces, ¿podemos hablar de una verdadera paz en Perú?

En las ciudades sí. Para la población de la selva central y la población andina no hay paz.

 

En el proceso de paz, la CVR tuvo que hacer recomendaciones para llegar a un acuerdo. ¿Se puede firmar la paz sin caer en el indulto?

Creo que el perdón es individual, no es social. El perdón es un derecho que tienen las víctimas no los victimarios. Sólo las víctimas tienen derecho a perdonar, si lo consideran pertinente. El Estado debe reparar y hacer justicia. No hay que indultar un crimen de lesa humanidad. Estos hechos no pueden ser perdonados sin ser antes sancionados penalmente.

 

En Perú tenemos a Abimael Guzmán en prisión cumpliendo cadena perpetua y tenemos al ex presidente Alberto Fujimori en prisión por haber promovido fuerzas paramilitares. Además, creo que no es sano olvidar, hay que hablar del tema y recordarlo. El olvido no puede ser permisivo.

«La figura mediática de salvador de un país es peligrosa para las democracias»

¿Era necesaria una figura como Alberto Fujimori para acabar con la guerra?

El fenómeno de Fujimori es interesante. Fue elegido democráticamente pero él mismo rompió con el Estado de Derecho. Después de dos años de ser elegido se dio un autogolpe de Estado y quebró la institucionalidad política de Perú. Disolvió el Congreso y creó otra institución, intervino el Poder Judicial y las fuerzas armadas. Creó un brazo armado alterno a las instituciones del Estado y resquebrajó la democracia de la que sólo habíamos disfrutado 12 años porque veníamos de una dictadura.

 

La figura mediática de salvador de un país es peligrosa para las democracias. Estos políticos que se muestran como los fuertes y salvadores de un país, así sea a través de la guerra sucia, destruyen la pluralidad política.

 

Siendo así, ¿cómo explica que su hija, Keiko Fujimori, haya logrado ser la segunda candidata más votada en el país?

Porque el drama más terrible de Perú es la indiferencia. No hemos aprendido de lo que nos pasó con Sendero Luminoso ni con Fujimori y Vladimiro Montesinos (jefe del Servicio de Inteligencia Nacional del Perú durante los mandatos de Fujimori). Hay una población que engancha con el clientelismo de Fujimori y son sectores de todas las clases sociales.

 

El fujimorismo ha tenido un voto duro, de entre el 20% y el 22%, a pesar de que Fujimori está preso. Su hija Keiko se presentará a la elecciones presidenciales de 2016 y su estimación de voto es de más del 30%. Esto tiene que ver con la poca cultura de ciudadanía que tenemos. Lamentablemente la figura del salvador aún está idealizada y, más, cuando el discurso del emprendedor se ha vuelto común. En Perú casi no se piensa en construir una sociedad aquí se premia el "yo" como agente de poder. El emprendimiento es peligroso porque se olvida la función básica en políticas sociales del propio Estado y se cae en un modelo populista.

 

Un país cercano a Perú está viviendo un proceso de paz: Colombia. ¿Qué recomendaciones da al Estado colombiano?

Colombia me hace recordar la indiferencia del Perú. No veo que se le dé una verdadera visibilización a las víctimas. No basta con acordar una paz con los actores armados la población, con toda su pluralidad, debería participar en las negociaciones. Claro que el hecho fáctico es la firma de un acuerdo de paz entre dos partes pero ¿y la sociedad? En Colombia no veo a las víctimas y es un mal síntoma...

«Es evidente que en un conflicto los periodistas siempre son carne de cañón, pero es que el hecho de ser periodista ya lo es»

¿Qué papel juegan los medios de comunicación en un proceso de paz? ¿Cómo evitar la victimización constante?

La clave está en la pluralidad de fuentes. Aunque esto es cada vez más difícil en nuestros países. No hay que quedarse sólo con la versión del Gobierno o de las Farc (en el caso colombiano), hay que darle voz a la gente. En Perú nos pasó que Fujimori, a través de Montesinos, se hizo con 7 medios de comunicación lo que nos dificultó conocer la realidad del conflicto. Sin embargo, logramos tener el testimonio de periodistas que lograron una mirada independiente que se recogió en Yuyanapaq. Es evidente que en un conflicto los periodistas siempre son carne de cañón, pero es que el hecho de ser periodista ya lo es.

 

Actualmente usted trabaja en el Instituto de Democracia y Derechos Humanos en la Pontificia Universidad Católica del Perú. En términos generales, ¿cuál es el principal déficit en políticas relacionadas con los derechos humanos en la Legislatura actual?

Sin duda, hay un vacío en el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTB. No se reconoce el matrimonio homosexual ni tampoco existen beneficios jurídicos al establecerse como parejas. También hay vacíos en la promoción de una educación con memoria histórica y en el reconocimiento de las personas con alguna discapacidad. Hay que decir que desde el Instituto hemos promovido una agenda de derechos humanos que hemos hecho llegar a al actual gobierno que, sorprendentemente, no contaba con políticas de este tipo en su programa electoral. 

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