¿Cómo va la vida de los niños iberoamericanos?
El estado de los menores de México y España a propósito del Día Universal del Niño (20 de noviembre)
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acaba de hacer público su informe ¿Cómo va la vida? 2015. En éste se mide el grado de bienestar de las sociedades que integran el organismo.
Resulta preocupante el estado de algunos colectivos, como los niños y las mujeres, quienes se encuentran notablemente afectados en su calidad de vida.
Dos países iberoamericanos han llamado mi atención dado el alto porcentaje de niños que se ven afectados por problemáticas distintas: España -cuya población infantil sufre las consecuencias de la recesión económica- y México -cuya guerra contra el narcotráfico ha sido una de las causas de su precariedad-. La desigualdad socioeconómica es el factor común para toda la niñez iberoamericana.
Analizo los casos de México y España a propósito del Día Universal del Niño que se celebra el 20 de noviembre.
México: guerra de pobre y ricos
En cuanto a calidad de vida, el país latinoamericano se mostró por debajo del promedio de los países que integran la OCDE. El 25.8% de los niños mexicanos enfrentan condiciones de vida bajas.
“En México, hay amplias diferencias en la privación de la educación entre los niños de entornos socioeconómicos altos y bajos”, expone el Informe.
Este país registra competencias de lectura bajas, entre los jóvenes de 15 años de edad. El 15.5% de los mexicanos de entre 15 y 19 años no trabajan ni estudian ni están en formación.
Pero no es una situación exclusiva del país, de acuerdo con el Informe, la población infantil está pagando un precio muy elevado por la creciente desigualdad.
“La pobreza por ingresos afecta a uno de cada siete niños de la OCDE y el 10% vive en hogares con todos sus miembros desempleados. Desde el inicio de la crisis económica, la tasa de pobreza infantil ha aumentado en dos tercios en los países de la OCDE y supera a la de la población general en la mayoría de los países”, publicó la OCDE.
"La tasa de muerte por agresión en México es cinco veces mayor"
En ese contexto, la OCDE señala que el ingreso familiar disponible promedio per cápita en México es menor que el promedio. Por otra parte, tanto la tasa de desempleo de largo plazo como el riesgo de que los trabajadores pierdan su empleo (el indicador utilizado para evaluar la seguridad en el empleo) son relativamente bajos respecto de otros países de la OCDE, pero el 28.8% de los empleados mexicanos suelen tener horarios laborales superiores al promedio de la OCDE.
México tiene una de las menores esperanzas de vida (74.8 años). El país presenta un bajo desempeño en materia de seguridad personal. En términos de muertes por agresión, el organismo señala que las tasas en México son más de cinco veces mayores que el promedio de la OCDE. No obstante, la satisfacción ante la vida de los mexicanos es similar al promedio de la OCDE.
El estudio incluye estadísticas que abarcan tanto el bienestar material (ingresos, empleo y vivienda) como la calidad de vida en un sentido más amplío (salud, educación, balance vida-trabajo, medio ambiente, comunidad o apoyo social, compromiso cívico, satisfacción ante la vida y seguridad).
Todos estos indicadores ubican a México al nivel de naciones como Hungría, Turquía y República Eslovaca, con quienes disputa los primeros lugares en desigualdad de ingresos, patrimonio financiero familiar neto, tasa de empleo, salarios, salud, esperanza de vida, balance vida trabajo, educación, entre otros.
España: una niñez precaria
El bienestar material de los niños españoles refleja las condiciones económicas difíciles que prevalecen en el país. Por ejemplo, la tasa de pobreza de ingresos de los niños es una de las más altas de la OCDE: 21.7% de los niños españoles son miembros de una familia que tiene un ingreso disponible menor que la mitad del ingreso español medio.
"El 10.7% de los adolescentes españoles no estudia ni trabaja"
En comparación con otros países de la OCDE, en España hay desigualdades regionales en ingreso y empleo relativamente grandes. El ingreso familiar disponible neto ajustado es 1.7 veces más alto en el País Vasco que en Extremadura. Respecto a la pobreza relativa de ingresos, en tanto que el 6.3% de los habitantes de Navarra tienen un ingreso de menos de la mitad del ingreso español medio, el porcentaje en Extremadura y en Melilla es de 25.5%. Las tasas de desempleo fluctúan entre 15.7% en Navarra y 34.8% en Andalucía. Esta disparidad (19.1 puntos porcentuales) es la segunda más alta de las tasas de desempleo regional de la OCDE.
El 10.7% de los adolescentes españoles de entre 15 y 19 años no trabajan ni estudian ni están en formación, muy por arriba del promedio de la OCDE (7.1%).
Sobresale el hecho de que el 20.7% de los estudiantes españoles se siente muy presionado por las tareas escolares -el segundo porcentaje más alto de la OCDE-, esto puede deberse a que la crisis económica ha afectado, especialmente, a las personas sin estudios, por lo que los jóvenes ven la necesidad de sobresalir en el ámbito formativo, aún cuando no se sientan atraídos por éste.
La clave es la eficaz inversión económica
Sobre el estudio de la OCDE podemos extraer una conclusión general: el nivel económico de las familias es el principal factor que afecta a la niñez.
En todos los países de la OCDE hay grandes desigualdades en el bienestar de su población. Los niños españoles de entornos socioeconómicos bajos tienen más probabilidad de percibir su salud como regular o mala respecto a los niños de entornos socioeconómicos altos. Lo mismo pasa con los niños mexicanos.
El ciclo de la pobreza cobra su cuota. Los ingresos familiares bajos hace de los niños futuros adultos pobres.
La solución podría estar en la inversión en la educación pero, lamentablemente, falta un camino por recorrer:
La mayoría de los países de la OCDE concentran el gasto infantil en la educación obligatoria, pero comúnmente los sistemas educativos no están diseñados para atender los problemas de los niños en desventaja.
La mayoría de estos recursos deberían gastarse en ayudar a los niños menos favorecidos dentro de las escuelas, a través de mentores y programas extra escolares, para mejorar el comportamiento y la asistencia escolar.
La falta de compromiso de los Estados con la educación de calidad puede ser un factor determinante que cambie la vida de millones de niños de hoy, futuros adultos mañana, ojalá, jamás desempleados.